"DE ALMUDENA PARA AITOR II".

Que raro... ¿De nuevo por aquí? Siii!! porque este post llega por sorpresa a nuestro "COMPARTIENDO VIDA".  Llevaba tiempo sin publicar en este espacio pero sigue abierto a vuestra historia!! Las espero en mi correo!!

Ayer me escribió un mail Almudena para compartir en este espacio con tod@s vosotr@s. Ha pasado una temporada durilla por temas de salud y su peque (mi sobri querido) es quién más lo ha notado. Os dejo con ella y con un texto cargadito de emociones. Gracias guapita mía y a seguir cuidándote !!

"DE ALMUDENA PARA AITOR II"

Hace poco menos de un mes me empecé a sentir muy muy mal y acabé en urgencias con unos dolores de espanto en los costados y respirando muy mal. Tenía neumonía bacteriana con derrame pleural y me quedé ingresda.

De todas las personas que componen mi vida alrededor, quién más lo notó fue mi hijo Aitor. Se puso más revoltosito, menos colaborador... si estaba contento pero le costaba conciliar el sueño o luego se despertaba a las seis de la mañana y ya no volvía a dormir. Daba besitos a las fotos que encontraba por casa donde aparezco yo. Hasta le grabamos un video cortito desde el hospital, contándole por qué no estaba cerquita de él y no le despertaba por las mañanas o le bañaba. Hablaba con él por teléfono todos los días.

Pasados cuatro días me mandaron a casa. Estaba bastante asustada pensando en si me quedaba sin aire o como iba a dormir en mi cama no articulada. Todo fue bien, tuve y sigo teniendo aire y acabé durmiendo estupendo. Con mi granujilla fue diferente. Tuvo muchos días de torcerme la cara, de amarrarse al cuello de su padre y no soltarse ni mirarme. Por suerte, eso ha ido cambiando  ahora cada poco viene alrededor mío diciendo ammmmma, mammmmma, y se agarra a la pierna o me toca la cara con sus manitas.

Como tod@s sabemos, un niño de dos años es muy cansadito, y, Aitor es como Zipi Zape a la vez... pero en estos días en los que no he estado con él me he dado cuenta de que me encanta estar con él, perseguirle por la casa y verle feliz en los columpios, o ver como el babero come más yogurt que él. No hay nada mejor.

Quiero agradecer mucho mucho a todas las personas que me rodean su apoyo, su humor, sus consejos, sus cariñosas regañinas. Sin ellos lo habría pasado infinitamente peor. Mis padres, mis hermanas, mi marido, mis cuñadas y cuñados, amigos míos, mis tíos, compañeras de trabajo, MI AITOR... en fin, mucha gente remaja y rebuena que me rodea.

Salud y Alegría

Almudena Alonso

Aitor y Almu

Aitor y el abuelo Paco